Es muy común escuchar lamentos por no tener el trabajo deseado o la casa perfecta. Las personas muchas veces se fijan en todo lo que no tienen, sin darse cuenta que en realidad tienen y mucho, sólo que se han dispuesto a no verlo.

Y si de algo tenemos culpa es de enfocarnos en todo aquello que no tenemos, en vez de visualizar todo lo que tenemos. Y este hábito tan sencillo de hacerlo te llevará a la felicidad. Serás feliz si simplemente cambias de perspectiva.

¿Realmente aprecias lo que tienes?

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El ser agradecido de lo que tienes puede sonar a un típico cliché, pero a través del agradecimiento estás entrenando tu mente a enfocarse en la abundancia y no en lo que está faltando.

Cuando sólo pensamos en las carencias, nos sentimos frustrados. Nadie quiere sentirse frustrado, entonces… ¿por qué lo hacemos?  De hecho, haciendo esto todo el tiempo sólo provoca que nos comparemos con otros. Y en la comparación definitivamente no está la felicidad.

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La verdadera apreciación de todo lo que te rodea en tu vida te ayudará a darte cuenta de todo lo que tienes. Y de lo afortunado que eres de tenerlo. Incluso de cosas sencillas y cotidianas como notar que tienes comida en la heladera o poder tomarte una ducha caliente y reconfortante cada día. Todas estas cosas solo las notamos cuando no las tenemos ¡¿te has puesto a pensarlo?!

Amar todo lo que tienes a tu alrededor generará sentimientos de satisfacción y abundancia, y además dejarás de pensar tanto en todo lo que no tienes en tu vida.

La perspectiva es la clave para sentir abundancia

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Enfocarse en la abundancia en vez de todo aquello que no tienes no se trata de ceder. No se trata de simplemente aceptar una mala situación y desesperadamente intentar ser feliz, se trata de cambiar tu perspectiva a una más positiva.

Amar lo que tienes es cultivar el sentimiento de que tienes todo lo que necesitas. Mientras aceptas que siempre avanzas y que por lo tanto toda situación es temporaria. Y que tu realidad está siempre en tu presente. Cuando te enfocas en el instante presente no hay lugar para el pasado ni el futuro y con ninguno tipo de pensamiento que los conecte.

Puedes ser feliz, lo tienes todo para serlo.