Cara Buckley The New York Times y Clarín

Camino a un almuerzo con Charlize Theron hace unas semanas para entrevistarla, no estaba segura de sentirme eufórica o un poco asustada.

Theron es una actriz de inagotable potencia que tiene el viejo glamour de Hollywood y una enorme versatilidad. También ha interpretado una serie de damas fatales tan convincentes que es difícil no terminar pensando que una parte de ella está conectada a una veta rica en furia. Ganadora de un Oscar, es un as en su profesión. Pero sus impactantes composiciones de asesinas reales y ficticias -la homicida convicta Aileen Wuornos de Monster: Asesina en serie, Imperator Furiosa en Mad Max: Furia en el camino, Ravenna en Blancanieves y el cazador y ahora una despiadada combatiente cuerpo a cuerpo en la nueva Atómica- sugieren a una mujer que no se anda con chiquitas.

Sin embargo, Theron también se resfría y tuvo que cancelar dos horas antes nuestro almuerzo y reprogramarlo para el día siguiente. Explicó después que estaba peleando con un virus y poco antes de nuestra charla prevista había tomado su remedio diario para la tos, que la había dejado un poco alterada y no muy estable.

“Mil perdones”, dijo mientras se deslizaba detrás de una mesa en el rincón de un restaurante de Universal Studios. Es vivaz, esbelta y, a juzgar por las evidencias, no tiene poros en la piel. (Desobedeciendo el protocolo sobre el perfil de celebridades, olvidé anotar qué se había puesto -recuerdo vagamente pantalones negros y un top negro- y qué pidió de comer.) Se la escuchaba con la voz algo áspera y los ojos parecían un tanto llorosos, pero se había recuperado. Como demuestran las extensas secuencias de peleas en Atómica, la conducta laboral de Theron es enfermiza.

“Hice dos películas con Jean-Claude Van Damme y su doble”, dijo David Leitch, ex coordinador de dobles, codirector de John Wick y director de Atómica. “Charlize se entrenó más de lo que entrenó Jean-Claude. No es para menospreciarlo, porque es un grande. Pero ella no tenía una trayectoria en artes marciales y logró llegar hasta la zona de impacto. Tenía la decisión de ser grande desde el arranque.” Además de posicionar sólidamente a Theron como fascinante heroína de acción, Atómica -que estrena hoy- parece el lógico paso siguiente para una actriz que en 2015 asombró como Furiosa, la guerrera manca, y le robó Mad Max: Furia en el camino a la supuesta estrella de ese filme, Tom Hardy.

Luego de brillar con su camaleónica carrera, sea interpretando roles románticos o dramáticos, antiheroínas oscuramente cómicas o una asesina serial, Theron (42) despliega potencia y ferocidad femeninas que el público da muestras de querer ver más que nunca. Como Furiosa, y también Cipher en la más reciente Rápidos y furiosos 8, el personaje de Theron en Atómica es refractario a sus propias culpas, astuto, y se adueña de su espacio en vez de tan sólo habitar o ser figura decorativa de un mundo definido por hombres.