Esto quiere decir: quitar de nuestro camino todo aquello que nos resulta molesto o doloroso, así como lo que, mentalmente, nos impiden avanzar.

Para lograrlo, te compartimos esta lista de 12 ítems que seguramente tienes pero que deberías dejar ir por el bien de tu salud.

1# Tuppers o contenedores de plástico

Los tuppers viejos que están hechos de un plástico duro pueden ser peligrosos para tu salud. Para distinguirlos tienes que leer en la etiqueta el número «7» o las letras «pc». Este tipo de plásticos contienen bisfenol A, un componente sintético que puede colarse en la comida que guardas dentro y que puede resultar muy perjudicial.

2# Gaseosa dietética

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La mayoría de las gaseosas dietéticas contienen sucralosa y sacarina. Estos ingredientes que endulzan la bebida descienden los niveles de azúcar en sangre, lo que provoca que tengas más hambre y, muy probablemente, también más antojos dulces.

Además, cuando consumes azúcar de verdad el cuerpo no genera la hormona que regula el azúcar y la presión sanguínea y esto puede generar efectos negativos en tu organismo como, por ejemplo, intolerancia a la glucosa.

3# La esponja de la cocina

Muchos de nosotros tenemos la costumbre de seguir usando la esponja de la cocina hasta que esté inutilizable. Sin embargo, se ha comprobado que este elemento es el que acumula más gérmenes de toda la casa.

4# Ambientador con perfume

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El ambientador en todas sus formas (spray, sólido, para pegar en la pared) posee «ftalatos», un componente que puede dañar tu salud y, en particular, tu sistema reproductor.

5# Ropa vieja

Muchas personas guardan en su ropero ropa de hace más de 10 años que les queda muy grande o muy chica pero que saben que no van a volver a usar. Sé sincero contigo mismo y piensa si realmente vas a usar alguna vez alguna prensa así. Mejor guarda aquella ropa que sabes que te queda y que estás seguro de que usarás.

6# Zapatillas deportivas que ya no usas

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Si tienes zapatillas viejas que sabes que no te resultan cómodas, entonces ya es hora de que les digas adiós. El calzado usado en exceso puede generar problemas en los pies y en la columna.

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7# Bandejas de plástico

Quizás tú también acostumbras a guardar las bandejas de plástico en las que viene algún alimento. Pero, como sabes, estas bandejas no son fáciles de lavar y, en consecuencia, constituyen un terreno fértil para que se reproduzcan cientos de bacterias. En todo caso, opta por las tablas hechas de madera antimicrobiana que matan las bacterias que puedan aparecer.

8# Jabón antibacterial

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Según la Food and Drug Administration, el jabón común es igual de efectivo que el antibacterial y este último puede incluso resultar más peligroso. ¿El motivo? Este tipo de jabones contienen un ingrediente activo que puede alterar las hormonas de los animales de la casa. El jabón blanco es más económico y más aconsejable.

9# Filtros de aire

Los filtros de aire pueden acumular una cantidad exorbitante de polvo que para colmo luego circula dentro de tu casa. Este polvo puede agravar distintas afecciones respiratorias como las alergias o el asma. Cambia el filtro por un purificador para que puedas respirar tranquilo.

10# Estuche de lentes de contacto sucio

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¡Pero si los lentes son casi nuevos! De todos modos, debes cambiar su estuche. No importa cuán limpios estén tus lentes, si el estuche en el que los guardas está sucio, los lentes también se ensuciarán. No dejes que se reproduzcan las bacterias y cambia el estuche cada 3 meses.

11# Bálsamo de labios o gloss con un tiempo de uso

Los bálsamos son muy útiles porque humectan nuestros labios en épocas de frío y los protegen de las temperaturas bajas. En cuanto al gloss, si eres mujer sabes lo que cambia tu rostro solo al aplicar un toque de color o de brillo. Pero si estos productos son viejos, no dudes en reemplazarlos: pueden estar repletos de bacterias y esto puede generarte infecciones en lo labios. Una vez abiertos, intenta cambiarlos cada 6 meses.

12# Cepillo de dientes muy usado

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Los cepillos de dientes que ya tienen un tiempo de uso empiezan a acumular bacteria que puede provocar efectos negativos en tu salud bucal. Además los cepillos viejos en general son menos efectivos. Intenta cambiarlos cada 3 meses.

La mayoría de nosotros tenemos en casa algunos o todos estos productos que pueden dañar tu salud. Esperamos que tengas en cuenta esta guía y que descartes aquellos que ya cumplieron con su vida útil y también con los que pueden causarte efectos indeseados en tu organismo.