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“¡Buenos días! Mi hermano pequeño irá a su primer baile del colegio ESTA NOCHE y no tiene nada para ponerse. Su novia usará un vestido rojo y mi hermano necesita una corbata roja, una camiseta blanca y unos pantalones negros. Dependiendo de los precios puedo pagar por estas cosas, pero si alguien tiene algo que nos pueda prestar para la ocasión se lo agradeceríamos mucho. Por mucho tiempo mi hermano tuvo malas juntas y ni siquiera iba al colegio. Ahora al fin encontró a una chica buena y ella lo ha ayudado a mantenerse por el buen camino y no quiero que se pierda esta experiencia sólo porque no tiene la ropa. Por favor mándenme mensajes por privado. ¡¡Muchas gracias!!”.

Su hermano, Cody Keifer, no tenía muchas opciones de ropa disponibles ya que nunca había asistido a un baile de la escuela previamente y en general no tenía ropa elegante. Lo más probable es que además de nervioso, se sintiera un poco triste por toda la situación. Lo bueno es que Lisa también dio una pequeña descripción de lo que la novia de Cody usaría, para que su ropa pudiese combinar.

Lisa White

White pensó que recibiría un par de respuestas, no más de tres y no estaba preparada para lo que pasó a continuación. Según lo que aseguró Distractify, White consiguió 10 ofertas diferentes en menos de una hora.

“En una hora, aproximadamente, tenía a 10 personas ofreciéndome llevarlo de compras. Había dejado mi teléfono de lado un rato y cuando volví después de lavar los platos me sorprendió la cantidad de personas que se había ofrecido a ayudar”.

Cody estaba muy feliz, porque aunque inicialmente sólo le había pedido ayuda a su hermana para que le consiguiera una corbata roja, terminó consiguiendo un atuendo nuevo entero.

Lisa White

Finalmente, Lisa y Cody se juntaron con una mujer anónima que se había ofrecido a llevarlos de compras. A Cody le daba miedo que la experiencia fuera un poco extraña, pero la mujer fue amable y muy tierna. De hecho, le dijo que ni siquiera se fijara en el precio.

“Cody estaba preocupado de que la experiencia fuese vergonzosa o extraña y no fue para nada así. La mujer llegó y nos dijo “hagámoslo”, le dijo “Debes verte como un rey, eso es lo que todo chico se merece” y le dijo que ni siquiera se fijara en el precio. Le compró todo: la camisa, los zapatos, la corbata, hasta los calcetines”.

Otra persona le compró un ramillete de flores para su novia y una familia le regaló una gif card para que pudiese llevar a la chica a cenar después de la fiesta.

Lisa estaba muy emocionada:

“Recibí mucho más de lo que esperaba. Estaba tan feliz de verlo ir a una baile y de que quisiera hacer eso que no pude evitar querer llorar. Estoy feliz de que pudiese experimentarlo y que yo estuviese allí para verlo. Estoy muy agradecida a todos quienes lo ayudaron”.

 

A veces creemos que ya no hay esperanza para la humanidad, después nos encontramos con actos como estos, que nos prueban que la gente sigue teniendo empatía y queriendo ayudarse sólo porque sí. ¡Qué bella historia!