“Comía por ansiedad, y se volvió peor cuando Pete comenzó el colegio, pues solo comía porque no tenía nada más que hacer“, señaló, agregando: “También comía cuando estaba triste o enojada. Me hacía sentir mejor”.

-Adele al Mirror-

La primera decisión que tomó para comenzar su misión de adelgazar, fue comprar una pequeña y básica trotadora para su casa. Ahí empezó a ejercitarse diariamente. Pero lo que cambió esta historia fue un programa de televisión que Adele vio mientras, precisamente, hacía su rutina diaria de entrenamiento.

“Era uno de esos programas donde las mujeres son millonarias y la plata no es un problema, y van a salones de belleza donde las envuelven en papel film durante una hora y pierden centímetros en sus cinturas y muslos. Sabía que era loco pero quería probar y ver si eso me ayudaría a sudar más, además no había nada de malo en eso”.

-Adele-

Entonces, sin dinero para ir a algún centro que le aplicara la técnica, ella compró papel film (el típico que se utiliza para tapar los alimentos que van al refrigerador) y comenzó. ¿Cómo se hace? Bueno, hay que envolver distintas zonas del cuerpo con varias capas de este plástico y luego caminar, trotar o hacer algún tipo de actividad física.

Al poco tiempo, Adele se dio cuenta que la cantidad de transpiración cada vez que se ejercitaba aumentaba considerablemente y eso influía directamente en la cantidad de peso que comenzó a perder. Esa técnica casera y una buena hidratación, alimentación y ejercicios diarios, lograron una pérdida de peso de 30 kilos en sólo 8 meses.

“Mi plan nunca fue ser delgada y estaré feliz cuando baje unos kilos más, pero quiero ir despacio, pues creo que es la mejor forma de mantener el peso a largo plazo”.